El camino del silencio

El camino del silencio es una obra compuesta por 30 breves meditaciones, adaptadas para ser leídas una por día. Se recomienda reflexionar en torno a cada uno de los contenidos para así interiorizar en el camino de nuestro autodescubrimiento.

El propósito de la presente obra es ayudar al lector a encontrarse a sí mismo. El silencio es clave en ese encuentro. Solo aquel que logra apreciar la belleza del silencio interno puede estar a la puerta del encuentro consigo mismo.
Vivimos en una sociedad llena de distracciones, de ruido, y de malas interpretaciones que solo nos alejan del hecho de confrontarnos con nosotros mismos. Pero, ¿por qué conocernos a nosotros mismos? Resulta paradójico, quizás conocemos a muchas personas y no nos conocemos a nosotros mismos, quizás deseamos pasar tiempo con una persona y no con nosotros mismos, huimos de la soledad, huimos del silencio, y esto hace que nuestra felicidad dependa de otras cosas y de otras personas, y esto es un problema que debe ser afrontado con mucha seriedad.

Hemos creado un sinfín de distracciones con el objetivo de evitarnos a nosotros mismos, y esto lo hacemos de una manera inconsciente. Imaginemos la gravedad del asunto: no podemos estar a solas con nosotros mismos, necesitamos siempre algo o a alguien, y aquí nos encontramos con el problema de la dependencia, la cual ha traído grande sufrimiento a la humanidad.

Así que el camino del silencio es una herramienta para aprender a estar con uno mismo, a valorar el silencio interno, a medir las palabras, a apreciar las cosas sutiles pero significativas de la vida, a llegar al clímax de la rendición total de nuestro ser, al encuentro de nuestra unidad intrínseca con lo absoluto.

El objetivo es aportar un poco de luz y consciencia a la humanidad, que permanece inmersa en el ruido mental de los múltiples pensamientos que la agobian, y brindarle un oasis de calma y silencio interno donde pueda emerger su verdadera esencia de ser.

Porque como dijo el Gran Maestro de Nazaret: “De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo si se pierde a sí mismo”. De qué nos sirve tenerlo todo materialmente si no nos hemos encontrado a nosotros mismos, permaneceremos en el vacío existencial de nuestra vida, perdidos y errantes, viviendo como desconocidos para nosotros mismos. No hay más grande desgracia y pobreza para la humanidad que permanecer en el desconocimiento de sí misma. Aquí empieza el sendero del silencio, el encuentro con uno mismo.

Espero que disfruten la lectura de estas meditaciones hechas desde la consciencia del espíritu.

Un fuerte abrazo.

Atte. Emerson Ayllón