El origen de la trinidad

El propósito de este ensayo es presentar un panorama claro para los estudiantes de las Sagradas Escrituras en relación con el dogma de la Trinidad. He basado esta investigación ahondando en los antiquísimos orígenes de las tríadas, que son los vestigios más antiguos de la forma de agrupar dioses para las antiguas religiones de antaño. Así que nuestro primer enfoque en torno a la Trinidad es estudiando las tríadas, desde sus orígenes más antiguos en las diferentes culturas.

En Mesopotamia comienza nuestro análisis, en la majestuosa Babilonia se encumbran las tríadas divinas, después pasan a Egipto, Grecia y Roma. En los primeros siglos de la Iglesia católica se empieza a fusionar el concepto de las tríadas para formar una trinidad divina. Y para ello los primeros Padres de la Iglesia contribuyeron en los diferentes concilios, influidos también por la filosofía griega.

Aunque no fue una tarea fácil instalar el dogma en la Iglesia Romana, tuvieron que pasar más de 900 años de disputas y conflictos para poder darle forma a lo que hoy conocemos como la Trinidad Divina. En esta tarea, hubo un hombre que contribuyó a la formación y defensa del dogma trinitario, Agustín de Hipona, autor de “La Trinidad”. El contenido de este libro es una defensa del dogma frente a quienes no lo aceptaban.

En el presente ensayo, expondremos las posturas más relevantes defendidas por Agustín de Hipona y las iremos refutando con el apoyo de las Sagradas Escrituras, no aferrándonos a un solo texto, sino haciendo un estudio a conciencia de todo el contexto de las exposiciones que están en las Sagradas Escrituras.

También añadimos los textos más usados por los defensores del dogma trinitario, a los que llamamos contratextos. Cada contratexto es sometido a un estudio serio, para lo cual se emplea el uso de diferentes revisiones de las Sagradas Escrituras, para así dar con los términos más antiguos y arrojar mayor claridad en la exposición de los versículos tomados.

Este ensayo está elaborado a petición de muchos de mis amigos y hermanos en la fe. Espero que este material sea de provecho para la defensa y confirmación del evangelio. No está hecho con el fin de avergonzar a aquellos que defienden el dogma trinitario, sino con el deseo más puro que hay en el enviado de Dios, el Apóstol de Jesucristo Naasón Joaquín García, de que muchas almas lleguen al conocimiento de la verdad, y alcancen el galardón eterno que Dios ha prometido a aquellos que le aman.

Recordemos que el evangelio nos invita a traer almas a los pies de nuestro Señor Jesucristo y no a alejarlas de él. Sea este material un medio para traer almas al sendero de la Verdad, a la Iglesia del Dios Vivo que es columna y baluarte de la Verdad, “La Luz Del Mundo”.